viernes, 9 de julio de 2010

Impacto visual

Estaba bien tranquis en mi oficina, salvando al mundo de sí mismo cuando una serie de ninfas de rostros que parecen no permitir la sonrisa franca, se entrevistan con alguien que no soy yo, demasiado emperifolladas y dueñas seguras de uñas imposibles de material tóxico, una ríe, otra mira analíticamente su paso, no vaya a ser que su elevado tacón se convierta en su enemigo más mortífero.

Y la última, ataviada de negro, cree que eso será suficiente como para ocultar sus inocultables piernas aderezadas con celulitis... ¿cínica o ingenua? Yo prefiero no decidir, sino comentar con poca humildad

No hay comentarios:

Publicar un comentario